Se han utilizado los biocombustibles, la energía eléctrica, la solar..., como formas alternativas que muevan los motores en lugar del combustible derivado del petróleo, del queroseno , incluso las pilas alimentadas por hidrógeno, pero parece que los investigadores no han dado todavía con el quid de la cuestión. Ahora, y por iniciativa de la Unión Europea, aparece un nuevo intento.
Se trata de producir carburante solar para reactores a partir de agua y de dióxido de carbono (CO2). El proyecto Solar-Jet, definido como "de la luz solar al carburante para reactores, el primer queroseno solar del mundo", ha dado ya sus primeros pasos, aunque se encuentra en fase experimental. De hecho, los investigadores ya han conseguido realizar con éxito, por primera vez, la totalidad de la cadena de producción de queroseno renovable, utilizando luz concentrada como fuente energética de alta temperatura. Es decir: luz solar simulada.
El proceso se ha llevado a cabo, en una primera fase, empleando la luz solar simulada para lograr convertir el dióxido de carbono y el agua, en gas de síntesis en un reactor solar de alta temperatura, que contenía materiales basados en óxido de metal. Posteriormente, el gas síntesis, es decir, una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono, fue transformado en queroseno por la empresa Shell, utilizando para ello el proceso Fischer-Tropsch.
Seguro, sostenible y moldeable
Este nuevo combustible, que aún se encuentra en una situación de proyecto, puede proporcionar un suministro seguro, sostenible y moldeable de carburante de aviación, así como de gasóleo y gasolina que mueva cualquier tipo de propulsores, sin necesidad de hacer modificaciones en los mismos. Solar-Jet cuenta con una financiación de 2,2 millones de euros por parte de la UE, con cargo al Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico, se puso en marcha en junio de 2011 y tendrá una duración de cuatro años.El proyecto que reúne a organismos de investigación de todo el mundo académico e industrial se inscribe en la búsqueda de energías alternativas y sostenibles que son una prioridad para la UE en el Horizonte 2020, el programa de investigación e innovación europeo puesto en marcha en enero de 2014 y que va a tener una duración de siete años.
Según Máire Geoghegan-Quinn, la comisaría responsable de este ámbito, esta nueva tecnología supone que "un día podremos producir un tipo de carburante más limpio y abundante para aviones, automóviles y otras formas de transporte", y a su juicio, además, gracias al " queroseno solar" se aumentará la seguridad energética y se podrá convertir uno de los principales gases del efecto invernadero, en un recurso útil.
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