Reducir el gasto que destinamos a repostar nuestro vehículo depende más de lo que pensamos de nuestra actitud al volante. Durante el verano entrante, la mayoría de los conductores españoles realizarán el que es su desplazamiento más largo del año. Representa una buena ocasión para poner en práctica una serie de medidas que nos ayudarán a ahorrar en combustible y equilibrar nuestro presupuesto para las vacaciones estivales.
Es importante además tener en cuenta que cuanto menos gastemos menos emisiones nocivas liberamos a la atmósfera. De poco sirve que nuestros coches equipen motores cada vez más eficientes si nuestra conducción y nuestros hábitos no lo son.
1. Antes que nada, intentemos llenar nuestro depósito con anterioridad a la fecha de "entrada/salida" de las vacaciones, en las que las compañías de carburantes suelen aplicar siempre alguna subida de precio.
2. Preocupémonos de que nuestro coche esté a punto, con el líquido refrigerante y aceite a su nivel y en condiciones. Un motor mal refrigerado o lubricado gasta siempre más. Asimismo, el filtro de aire, si no está limpio, puede incrementar el consumo de una forma espectacular.
3. La presión de los neumáticos debe ser la correcta, si no es así el motor necesitará hacer más fuerza para vencer su mayor resistencia a la rodadura y por consiguiente gastaremos más carburante. Además los neumáticos se desgastarán más deprisa con lo que tarde o temprano también nos saldrá más caro.
4. Cuidado con el peso. Cargar en exceso el vehículo incide directamente en el consumo total del trayecto. Simplificar el equipaje es siempre posible a la hora de pasar algunos días de playa o montaña. Por otra parte, cualquier elemento que influya en la aerodinámica del vehículo como puedan ser bacas o portabicicletas perjudican de forma muy negativa los consumos. Si no los vamos a utilizar es mejor desmontarlos y dejarlos en casa.
5. No corra. El consumo de combustible crece exponencialmente con la velocidad, y sobre todo por encima de los 90 kilómetros por hora, donde la resistencia del aire ya empieza a ser muy importante. Si nos mantenemos siempre por debajo de las velocidades legales de las actuales limitaciones, a una velocidad de crucero lo más constante posible, gastaremos mucho menos. Recordemos que las velocidades máximas vigentes se establecieron en los años 70 primordialmente para ahorrar combustible a consecuencia de la crisis energética. Llegar media hora después no nos supone ningún inconveniente y nuestro depósito seguirá bastante más lleno.
6. Planifique. Merece la pena antes de realizar el desplazamiento informarse en la página de la DGT del estado de las carreteras, obras o posibilidades de retenciones. Un atasco prolongado con detenciones nos puede costar mucho en combustible y un recorrido alternativo, aunque sea más largo, nos lo puede ahorrar. Utilizar a bordo un dispositivo GPS con información puntual sobre la ruta es un aliado perfecto para no llevarnos desagradables y molestas sorpresas. Las páginas web que ofrecen planificación de rutas con informaciones y recomendaciones de itinerarios serán asimismo de una gran ayuda para elegir la ruta más adecuada.
7. Realice un buen cambio. En el caso de los coches de transmisión manual, cada motor posee un régimen adecuado para que cambiemos de marcha de una forma correcta, sin altibajos en el régimen de revoluciones. Coincide con la zona de par motor máximo y lo podemos notar si nos fijamos cuando al embragar la siguiente relación el coche no se frena ni se acelera. Si nos acostumbramos a llevar el motor siempre en su régimen óptimo, ya estamos ahorrando un montón de combustible a lo largo de los kilómetros.
8. Conduzca con suavidad. Hay factores como el viento o la orografía del terreno que no podemos controlar. Pero nuestra forma de conducir sí, dar acelerones o frenar de forma brusca incrementa el consumo medio en litros cada cien kilómetros. Anticipar las frenadas desacelerando y aprovechar la propia inercia del coche para levantar cuando podamos el pie del acelerador es un hábito que nos ahorrará mucho dinero a medio plazo.
9. Regule bien la climatización. Sobre todo no abra las ventanillas para no provocar un freno aerodinámico devastador para conseguir una buena media. Oriente bien las toberas de aireación para garantizar una buena ventilación y fije una temperatura del aire acondicionado razonable para no pasar calor. Si está demasiado baja, obliga al sistema a trabajar más, robándole potencia al motor y exigiendo así mayor consumo de combustible.
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