viernes, 13 de septiembre de 2013

Restauración del chasis

Comenzamos con la limpieza con agua y jabón a presión para quitar toda la suciedad posible. Una vez limpia nos armamos de valor y cogemos la lija y lijamos todo el chasis al completo, el fin del lijado es eliminar todo el óxido que encontremos y los restos de pintura vieja y en mal estado para dejarlo en el hierro desnudo.
 
Cuando ya lo tenemos al completo lijado le aplicamos una buena capa de imprimación para que lo resguarde del óxido y las inclemencias del tiempo, y a la vez nos sirve como una buena base para el posterior pintado. Antes de la imprimación es recomendable darle una capa de convertidor del óxido, de esta forma nos aseguramos que el chasis no siga oxidándose bajo la pintura, ya que cualquier resto de óxido lo convertirá en metal duro y sano.


 
 
Ya por último le aplicamos una buena capa de pintura antigravilla, y ya tenemos el chasis totalmente restaurado.





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