Una vez que tengo la carrocería o bañera desmontada al completo (interruptores, chivatos, cableado, relés y demás sistemas y piezas), comenzamos con una valoración del estado de la chapa, para detectar posibles zonas oxidadas, podridas o deformadas; en tal caso procederíamos a su reparación o sustitución de las zonas afectadas. En mi caso no tengo ningún podrido en la carrocería, solo un par de chapas algo dobladas, que las he enderezado y listo.
Una vez reparada las zonas en mal estado, continuamos con una limpieza concienzuda de todos los bajos de la carrocería para eliminar todo rastro de grasa, aceite, barro... Cuando lo tenemos limpio, llega la hora de la lija o bien un buen arenado, yo lo he lijado de punta a cabo.
Después del lijado se le aplica una mano de convertidor de óxido, una vez seco le apliqué una capa de imprimación antioxidante y por último una buena capa de pintura antigravilla y antisonora. Tras terminar todo este proceso ya podemos presumir de una carrocería con los bajo sanos y listos para aguantar otros tantos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario